Banco Dollabarat
Descripción
Barco
70 minutos del puerto de Vila do Porto (Santa María), 120 minutos del puerto de Vila Franca do Campo (San Miguel), 150 minutos del puerto de Ponta Delgada (San Miguel)
Profundidad
Banco Dollabarat
La experiencia única de bucear en el Banco Dollabarat empieza en el viaje de 33 millas náuticas de la punta sudeste de San Miguel, o de 20 millas, las que separan estos islotes de la isla de Santa María. Su localización remota y los encuentros con variadísimas especies que abundan en los mares de las Azores hacen que ésta sea una de las mejores inmersiones de las Azores.
Este lugar sólo es recomendable para buceadores con experiencia, ya que se encuentra lejos de puerto y en un lugar propenso a corrientes fuertes.
El largo viaje, a partir de cualquiera de las islas, es en sí mismo una aventura, permitiendo a los buceadores ser testigos de la riqueza y diversidad de especies que podremos avistar: cetáceos, tortugas y aves marinas.
En este lugar podemos hacer diferentes buceos, pero para aprovechar su cercanía a los islotes de Formigas, muchos buceadores escogen realizar una inmersión en cada lugar (ambos son reservas marinas, por lo que la pesca está prohibida)
Cuando anclamos el barco, en los días de mar tranquilo, podemos ver la parte menos profunda de este monte submarino, a sólo 5 metros de profundidad, con nubes y sombras de vida marina “sobrevolando” esta baja.
Empezamos el buceo en la parte menos profunda, con 5 metros, y si exploramos esta área, veremos zonas con alguna profundidad más (8-10 metros) que rápidamente caen a 20-30 metros, lugares excelentes para observar la abundante vida del fondo como los pelágicos “en el azul”.
Está considerado una de las mejores inmersiones del archipiélago de las Azores, junto con los islotes de Formigas, por lo que podemos esperar ver en sus aguas cristalinas especies variadas, como grandes meros (Epinephelus marginatus), abades (Mycteroperca fusca) y pejeperros (Pseudolepidaplois scrofa), pero también especies poco comunes, como mantas cornudas y tiburones.
En esta inmersión es conveniente prestar atención a la columna de agua y esperar a los grandes pelágicos, como el bonito de altura (Katsuwonus pelamis), el atún patudo (Thunnus obesus) y el peto (Acanthocybium solandri), los grandes bonitos del Atlántico (Sarda sarda), las barracudas (Sphyraena viridensis), y los jureles dentones (Pseudocaranx dentex). A veces, este escenario se completa con la presencia de tiburones, como el mítico tiburón martillo liso (Sphyrna zygaena), y el tiburón de las Galápagos (Carcharinus galapagensis), o con las numerosas mantas cornudas e incluso la enorme manta gigante (Manta birostris).